Las materias primas escasean

El precio del aluminio acaba de alcanzar recientemente su nivel más alto desde el 2008.

La tonelada métrica del cobre ha subido un 1.92%

La del zinc un 7.79%.

En la primera quincena de octubre 2021 vimos los precios internacionales del petróleo tocar sus niveles más altos en años.

Incluso, el precio del papel, y algunos de sus derivados, como el cartón se están disparando hasta un 30-40%.

La escasez de materias primas es transversal y los precios suben desproporcionadamente en todos los sectores de la economía.

¿Por qué?

¿Qué es lo que está pasando?

¿Y cómo va a afectar el sector del embalaje, el transporte y la logística?

Te lo cuento a continuación.

 

¿Por qué se disparan los precios de las materias primas?

El periodista Josu Gómez Barruta lo explica clarísimamente en su reciente artículo en Nueva Tribuna: “El pasado 29 de julio la humanidad entró en números rojos”,  explica Josu. “El capital natural disponible del planeta tierra fue liquidado y la capacidad de los ecosistemas para la regeneración de sus recursos naturales se excedió en un 74%.”

En otras palabras: consumimos más de lo que podemos crear y regenerar.

Este ritmo solo puede mantenerse, como afirma Josu, “con la existencia de otro planeta tierra a disposición del modelo actual de crecimiento económico”, algo, que ahora mismo solo es posible en los blockbusters de ciencia ficción de Hollywood.

Estamos ante una coyuntura delicada, en la que se conjugan varios factores que ponen en peligro el desarrollo económico y el progreso del planeta:

  1. La explotación de los recursos naturales por el modelo de consumo y el continuo crecimiento de la población mundial.
  2. La apuesta de China por el acaparamiento de materias primas en su lucha por la hegemonía del liderazgo global y el control de los recursos.
  3. Las consecuencias de la crisis post-COVID de paralización de las fuentes de producción y desaceleración industrial y la interrupción de las cadenas de suministro con la consecuente escalada de precios en los fletes marítimos (de la que ya te hablé en mi último artículo: «La crisis «invisible» de los contenedores»).
  4. Las consecuencias del calentamiento global y el cambio climático en la regeneración de los recursos naturales fundamentales en el equilibrio del planeta.

 

¿Cómo está afectando la crisis de las materias primas a la industria?

El cúmulo de los factores anteriores está repercutiendo gravemente en industrias de todo tipo.

El Confidencial afirma que si bien “al inicio del año, menos del 40% expresaba tener dificultades derivadas de la evolución de los precios intermedios, este porcentaje se ha duplicado en apenas unos meses como consecuencia del rápido incremento en los costes.”

Por sectores, los más afectados según El País han sido caucho y plásticos (53%), material y equipo eléctrico (48%), automoción (43%), productos metálicos (39%), madera y corcho (35%) e informática y electrónica (33%).

Todos nos estamos viendo afectados.

Todos tenemos que competir por estos bienes escasos, y esto genera una espiral alcista en los precios.

Además, con la pandemia, el consumidor se ha acostumbrado a comprar online.

Esta tendencia se traduce en miles de millones de pequeños paquetes individuales embalados en cartón, material que escasea cada vez más.

Los pedidos se retrasan.

Y los precios de infinidad de productos que dependen del cartón para su embalaje y transporte suben.

Un ejemplo claro, son los medicamentos.

O el empaquetado de los electrodomésticos y la electrónica.

Algunas de las marcas están trasladando aumentos de sus costes de hasta un 20% a sus consumidores, aunque esto no es siempre posible debido a los altos niveles de competencia en el mercado.

De hecho, muchas empresas intentamos soportar parte del incremento de los costes en nuestros márgenes (según el Confidencial, el 35% de las empresas está recortando sus márgenes, mientras que apenas el 8% los está subiendo).

¿Qué va a suceder en un futuro próximo? Tendencia de los precios y suministro

Con las Navidades a la vuelta de la esquina, va a ser imposible desatar los cuellos de botella y los retrasos en las cadenas de suministros.

Entonces, ¿se va a convertir esta tendencia en una situación permanente o vamos a ver el fin de esta inesperada crisis en un futuro cercano?

Se prevé que los desequilibrios y roturas en la cadena de suministro a nivel global se prolonguen hasta mediados de 2022.

De hecho, un informe del Banco de España confirmaba que “la presión inflacionista que arrastra sobre los precios de producción puede prolongarse o agudizarse en el futuro” y que, ese “frenazo podría verse agravado si esos cuellos de botella repercutiesen sobre otras ramas productivas, en particular sobre aquellas ramas de los servicios con mayor vocación manufacturera, como el transporte, el comercio al por mayor o algunos servicios profesionales”.

Luis Cediel de ANAIP, también prevé que «a partir del mes de junio o julio 2022, se debería de empezar a retomar la normalidad de suministro y precios. No obstante, las cosas no son automáticas y, aun así, los precios van a seguir manteniéndose altos. No como ahora, pero más altos que el año pasado, cuando no había demanda y los precios estaba muy muy bajos».

Es decir, que lo que necesitamos es seguir haciendo nuestro trabajo de la manera más inteligente posible, investigando nuevos métodos que nos permitan agilizar y simplificar procesos, seguir comprometidos con nuestra labor y nuestros clientes, y paciencia…

Mucha paciencia para navegar esta tormenta.

Este es mi propósito y con el que trabajamos para ofrecer soluciones integrales de embalaje.

 

 

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