La industria española de los plásticos está muy descontenta.
En un comunicado, la plataforma EsPlásticos asegura que el nuevo proyecto de ley de residuos y suelos contaminados remitido por el Gobierno a las Cortes recientemente, “no supondrá un beneficio para el medio ambiente, dado que provocará un cambio hacía envases y productos de otros materiales más pesados generando un aumento en el total de residuos”.
De hecho, definen la nueva ley con palabras tan incisivas como “discriminatoria” y “desmesurada”, y afirman que el impacto de esta nueva ley podría “acarrear en la próxima década una reducción de más del 40% del empleo que genera (más de 93.000 puestos de trabajo directos y 255.000 incluyendo empleo indirecto e inducido)”.
¿En qué consiste una ley que según ellos provocará una subida en el precio de muchos productos de primera necesidad con envases de plástico, encareciendo el coste, y afectando principalmente a los consumidores de rentas medias y bajas?
Intento explicártelo brevemente en este artículo.
¿Qué es el Impuesto sobre envases de plástico no reutilizables?
El Impuesto sobre envases de plástico no reutilizables es uno de los dos impuestos “verdes” recogidos en el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados aprobados por el Consejo de Ministros.
El primero es un impuesto indirecto de 0,45 euros por kilogramo sobre los envases de plástico de un solo uso con el fin de reducir su reutilización.
El segundo, es un impuesto de depósito en vertedero.
Ambos sustituyen a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados de 2011, e incluyen elementos de fiscalidad ambiental exigidos desde hace tiempo por la OCDE o la Comisión Europea.
Pero, vamos a centrarnos en el Impuesto sobre envases de plástico no reutilizable.
Se trata de un impuesto indirecto que recaerá sobre la fabricación, importación o adquisición intracomunitaria de envases de plástico no reutilizables que vayan a ser objeto de utilización en el mercado español.
El tipo impositivo será de 0,45 euros por kilogramo de envase.
El objeto de este impuesto es prevenir la acumulación de residuos e incentivar la economía circular, y eso se aplaude, pero ¿Qué representa para ti?
¿Qué obligaciones tenemos fabricantes y consumidores?
El Impuesto sobre envases de plástico no reutilizables aplica al envase todo producto, lleno o vacío, destinado a prestar la función de contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías (excepto cuando se utilizan en medicamentos, productos sanitarios, alimentos para usos médicos especiales o preparados para lactantes de uso hospitalario, así como los rollos de plástico para ensilados de uso agrícola y ganadero).
¿Ejemplos de plásticos que gravan con el nuevo impuesto?
Pues, artículos de plástico de un solo uso (como platos, cubiertos y pajitas) que se te cobrarán a partir de 2023…
Y rollos de plástico para embalar y evitar roturas en el transporte de productos, y los productos plásticos semielaborados destinados a la fabricación de los envases, como las preformas o las láminas de termoplástico, y aquellos otros productos plásticos que permitan su cierre.
Efectivamente, muchos de los embalajes terciarios que producimos para ti en Embalajes Terrón.
¿Nos preocupa?
Hasta cierto punto.
Estamos comprometidos con el medio ambiente y trabajamos constantemente para ofrecer embalaje de protección que proporcione una correcta protección con materiales sostenibles.
No es fácil, no lo vamos a negar.
Pero ya disponemos de productos sostenibles y sobre todo, de productos de embalaje inteligentes que minimizan el desperdicio.
Aun así, seguimos trabajando y escuchando las demandas del consumidor final y de nuestros clientes.
Seguimos evolucionando con las acciones gubernamentales que responden a las exigencias del público.
Y seguimos aprendiendo de la sustitución que se hace en otros sectores de materiales alternativos, del desarrollo de plásticos de base biológica, del desarrollo de materiales que facilitan el proceso de reciclaje, y de la mejora en el procesamiento de residuos plásticos.
Porque estamos convencidos de que tenemos que seguir cuestionando todos nuestros procesos y aprender con cada paso que damos.
El camino no siempre es llano y fácil, pero el destino merece la pena.
¿Te quedan dudas sobre la nueva ley?
¡Escríbeme y la comentamos!